El mismo Idioma...
Encarna y Bautista eran un matrimonio normal. Habían casado a sus hijos, tenían su porvenir resuelto, pero aunque se casaron muy enamorados, se fue enfriando ese amor; eran como dos indiferentes que se soportan pero que apenas hay dialogo entre ellos; él mira el fútbol en la tele cuando hay buen partido y ella se va a escuchar música, o la cadena SER le es más atractivo el programa. Hablan lo imprescindible para convivir.
Cotidianamente se levantan pronto. Ella atiende las labores del hogar después de desayunar por separado. El desayuna y sale para su negocio de representaciones. Regresa a casa sobre las dos y comen casi en silencio. Con el último bocado, el ya está en la puerta para irse a la tertulia del café de la esquina antes de reanudar su trabajo. Vuelve pasadas las 9 de la noche ,cenan con pocas palabras entre los dos y cada uno a sus aficiones, tele ,música, radio, lectura; lo que sea, pocas veces juntos. Esto sacaba de quicio a la pobre Encarna. Si que salía algunas tardes a reunirse con sus antiguas compañeras de estudios; iban a tomar un chocolate o un helado, según la estación del año. Hablaban de sus cosas, labores, libros, pero le iba resultando monótono. Algún día fueron al bingo, pero no era persona que le hicieran gracia los juegos y no era muy afortunada tampoco, aunque digan que desgraciado en AMOR afortunado en el Juego. Mentira ella era desgraciada en los dos.
Un dia, una de las amigas propuso que fueran a un cibercafé que habían puesto en su barriada; a ninguna le entusiasmó la idea, pero como siempre ellas habían dicho que nadie tenia que dominar en el grupo, se repartirían las ideas de donde ir para complacer a todas; así lo hicieron y pasaron unas horas en el "ciber aprendiendo más que nada como funcionaba; se fueron ni fú ni fá, pero el próximo lunes volvieron, por que no sabían donde ir. Ya les hizo un poco más de gracia, pudieron hablar con muchas personas unas encantadoras y otras que debían de ser chavalines que solo les interesaba saber la edad y si se las decías, zasssss se despedían con cualquier excusa, te tomaban por un carcamal o poco menos.
Encarna empezó ha tomarle gusto, podía conversar con alguien, cosa que en casa era imposible .Su marido y ella parecía que hablaran diferentes idiomas. Empezó ha ser asidua cada tarde aunque sus amigas no fueran.
Una tarde coincidió en el canal que estaba con un montón de personas educadas, que tenían mucho tema de conversación; era agradable sentirse acompañada por ellos.
De
los que charlaba cotidianamente destacó uno que parecía su alma
gemela, tenían muchos gustos en común, sobretodo les gustaba comunicarse;
tenia una cultura semejante a la suya y muchos días entraba en el canal
para encontrase con él. Ella vivia en Barcelona y el decía que era
de Madrid. Cada día se fueron haciendo más amigos, y él le
llegó a decir que era la mujer de su vida, aunque ella le había
dicho que estaba casada y él explicó que estaba separado. Después
de bastante tiempo de relacionarse por el chat (nunca se preguntaron los años)
el decidió que tenían que conocerse; ella dudó pues estaba
casada y no le parecía correcto; el insistió diciendo que se reunirían
en una cafetería, merendarían juntos, para conocerse personalmente
y luego ella a la hora de costumbre que era a las 9 se podía ir a su casa
. No estaba decidida, pero le tentó, pues el decía que era la mujer
de su vida, ella creyó que no podía pasar sin hablar a menudo con
él y compartir su buena amistad. Decidieron el encuentro. Bueno como lo
organizamos???? El contestó.. Yo voy desde Madrid a Barcelona, me hospedo
en un hotel y tu elige la cafetería que quieras, me dices donde; cojo un
taxi que me lleve a esa dirección y nos encontramos..
¿Cómo
nos conoceremos '? Preguntó ella. Muy sencillo, yo llevaré una revista
enrollada cogida con mi mano izquierda y tú puedes llevar unas flores y
sabremos que somos nosotros.
Ella preguntó ¿ Llevas barba ?
¿¿¿¿Barba ...nó porqué? Contestó
el. Por nada mi marido la lleva y no me hace mucha gracia, estaría más
joven sin ella. Tranquila yo soy joven y no llevo barba Encarna. Igual es un jovenzuelo
que parece que es persona mayor y resulta que yo puedo ser su madre. Pero me parece
que le quiero y me seria indiferente que fuera más joven, para el amor
no hay edad. Quedaron en una fecha y en una cafetería de la Rambla (no
vá al caso de hacer publicidad del establecimiento). La fecha era para
dos días después. Quedaron conformes. Se despidieron dándose
un abrazo cibernautico .
Encarna estaba nerviosa, ella era una mujer sencilla,
sin modernismos, Sus cabellos castaños, con alguna cana y peinada con un
recogido en la nuca no muy gracioso; tenia 55 años, pero creo que podría
mejorar con otro estilo. Vestía clásicamente con sus trajecitos
chaqueta, con falda por debajo de la rodilla. No era cursi, pero poco le faltaba.
Pensó que tenia que hacer algo, si era más joven que ella ...Tenia
que causarle por lo menos buena impresión, no sabia que hacer. tendría
que ir a comprarse algo de vestir y pasar por la peluquería, tenia falta
de ese servicio.
El día elegido se levantó como de costumbre
y antes de que su marido se fuera, le dijo, oye Bautista hoy voy ha comer con
unas amigas y luego tengo que ir a la peluquería con ellas, te dejaré
algo hecho. El la miró con indiferencia y pensó, para que querrá
ir a la peluquería ...???' Contestó. Tranquila ya me las arreglaré.
Bueno pues hasta la noche dijo ella. Adiós contestó el desde la
puerta.
Se fue a comprar algún atuendo, algo que fuera bonito, no
sabia que escoger, no tenia que ir a ninguna fiesta, sólo era una merienda,
pero tenia que aparentar juvenil.
Preguntó
a la dependienta y le dijo que para estar juvenil tenia que vestir como la gente
joven.
Era primavera y con unos pantalones tejanos y una camisa de lo mismo,
no quedaría mal. Vaya dilema ella no era muy amiga de los pantalones y
tejanos no los había tenido nunca, pero accedió a la invitación
de la dependienta, se los probó; no le quedaban mal como era delgada, no
se vio fachosa con pantalón, se probó varias camisas, todas juveniles
de colores discretos pero modernas y al final se quedó con los tejanos
y una preciosa camisa en color azul más claro que el pantalón, se
compró un bolso y unos zapatos de color crema y un collar con cuentas también
en color crema pasadas por un cordón negro .
Se fue a una buena peluquería
y dijo que quería cambiar de imagen, eligió por indicación
del peluquero un tinte color algo cobrizo, le cortaron el cabello después
del tinte y la peinaron con una melenita desenfadada juvenil con un ligero flequillo.
Luego dijo que quería que la maquillaran por que ella en su casa no tenia
gran cosa de maquillajes.
Se compró un perfume discreto, que le pareció
agradable y se fue para casa
No era hora de que su marido estuviera allí,
se cambió y casi una hora antes de la que había quedado con Alberto
( así dijo que se llamaba el madrileño ). Marta como dijo ella que
se llamaba, salió de casa, buscó un taxi y le dijo que la llevara
a las Ramblas. Allí compró unas flores para que el madrileño
la identificara .Se fue a la cafetería que habían quedado a la hora
que se encontraban, normalmente cuando hablaban por el chat, estaba bastante concurrido,
encontró una mesa que daba a una ventana, se sentó de espaldas a
la puerta de entrada, dejo las flores encima de la mesa y pidió un café
al camarero.
Cuando no llevaba allí todavía mucho rato, notó
una mano en su hombro y una voz que le decía ¿Marta....???Se volvió
rápidamente .Se quedó anonadada!!!! ¡!!!Tierra trágame!!!
Sin comprender......Delante de ella estaba Bautista, su marido, afeitadito sin
barba, también había pasado por la peluquería, vestido de
sport, con la revista en su mano izquierda......
Verdaderamente pareciendo,
lo menos 10 años más joven. Se miraron con asombro los dos .El fue
el primero en romper el silencio y dijo :!Estas guapísima, y mira te has
quitado 20 años!!! Pero, oye dijo ella, me has mentido, estabas dispuesto
ha darme el salto ¡!!!Yo?? Y tú? No estabas dispuesta a lo mismo??
No pudieron contener la risa y se pusieron a reír los dos. ¿¿Qué
nos ha pasado ¿ Parecíamos dos extraños y que no hablábamos
el mismo idioma, nos hacia falta el diálogo. Yo entraba en el chat desde
mi despacho, era una manera de compensar lo que me faltaba. Ella contestó
y también nos hacia falta renovarnos un poquillo, tu no pareces el mismo
estas más joven. Sí contestó el, nos hacia falta renovarnos
y salir de la monotonía y ha sido una maravilla que hayamos encontrado
la solución en internet. Viva el CHAT. Desde ahora en adelante hablaremos
el mismo idioma.
Conchita Melo CMD